29 de octubre de 2012

¿Quieres bailar?


Mi vida en metáforas
induciendo dolores entrañables
bajo esta gélida lluvia.
Arde,
todo se (des)prende
en la llanura de la memoria.

Una vez un desconocido interrogó mi ser:
¿para qué vives?
¿a quién temes?
¿eres reversible?
Lucha por aquello que quieres.
Pero, ¿qué deseas?
¿hay algo mejor que eso?
¿cuántas veces podrías mirar el mar y no ver nada?
¿quieres bailar?
Fueron las cuestiones más cuestionadas,
ahora,
sólo bailo
(bajo la lluvia).
¿Vienes?

25 de octubre de 2012

Ya no sé lo que pretendes.


Ya no sé si pretendes
continuar el vuelo,
jodernos de frío en invierno,
estornudar en primavera,
pisar hojas secas en otoño
mientras olemos la humedad y comemos castañas,
teñir de rojo las playas,
nadar (a contracorriente) bajo la luz de la luna…

Ya no sé si pretendes
calentarte los pies bajo las sábanas,
sembrar sonrisas en rostros ajenos,
coleccionar abrazos reconfortantes,
derribar obstáculos,
parar el mundo,
cre(e)ar infinitos,
soñar despierta…

Ya no sé si lo pretendes
conmigo
o sin mí.

20 de octubre de 2012


Sumida en la más heroica indiferencia
veo danzar el universo.
Ya no huyo de la noche,
ni del céfiro
o el tiempo.
Escabullo el próximo encuentro,
me aferro a lo adquirido
y ahora retengo la cobardía
como si fuese mía.
Pero, ¿tú sigues ahí?

15 de octubre de 2012

Nada excepto la muerte para salvarnos de la muerte.


Toda persona tiene una muerte,
su propia muerte,
esperándola.
La perteneciente se mantuvo adherida al color de su recuerdo,
mientras mordía algo en alguien:
infructífero,
desgarrador,
anhelante
e insaciable.
La exploración me llevó a nada,
a nadie,
huyendo de aquellas que satisfacían mis limitaciones,
a querer más que eso
y a la vez nada.
Ignoro mi pretensión,
pero ya es tarde
para quererme.

10 de octubre de 2012

La palabra hecha escombros.


Me como las palabras. Ellas me consumen,
engullen, devoran, perforan, golpean…
bam, bam.
Luchan letras contra letras magreando
todo el ser correspondiente.
En posibles ocasiones las aniquilo,
otras las mimo, de vez en cuando las rehúyo,
no obstante constantemente residen en mí.

7 de octubre de 2012


Quizá la cobardía, o el eterno miedo de equivocarse
es lo que lleva a anclar el barco en las aguas de lo conocido.
Pero eso equivale a mantenerse con vida y no vivir,
las aguas de lo desconocido aseguran la calma que pretendemos
arañando los miedos y prejuicios que siempre nos limitan.

¿Cuánto miedo eres capaz de retener con tan sólo dos manos?
¿Tienes miedo de no funcionar? ¿de perder(nos)?
Sí, el miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento,
pero ninguna persona es capaz de escoger sin miedo.

5 de octubre de 2012


Invade los lugares que tú me desocupas,
estalla en las esquinas por donde me has querido,
revienta en las alcobas por donde me has arañado
y forma los senderos
por donde multiplicas tu soledad sin fondo.