22 de mayo de 2012

Una sombra de humo empaña los cristales.


La penumbra del subsuelo recorre en mí un hilo de incertidumbre
agravándose conforme se precipita el tiempo.
Debo descender al fondo del pozo
y encontrar las estrellas derruidas,
amargas y tenues sostenidas bajo ese fútil revestimiento.
Las corazas construidas con tanta pasión
y sutileza aún no han perdido el color férreo,
continúan preservando sin atenuar su vestimenta.

Tú, la más envidiable de las reinas
porteas el carro al castillo encabezándolo a tu mejor manera;
no obstante para jugar debes desasir las riendas
y vivir el momento, como tal obras, exenta de moderar cada suceso.
Comprendo que nunca se modelará nada, porque nada es nada,
entretanto surcaremos mares
que no son océanos,
y recorreremos ciudades perfumadas de pasado.
Aun sabiendo la insuficiencia de las sonrisas,
se ha hecho de noche durante la contemplación.
El desconocimiento del límite quizá sea lo más medroso,
incluso percibiendo el exiguo porvenir.
Sin embargo ya nada me compete,
por tanto, juguemos mientras podamos.

16 de mayo de 2012

Lo que tienes es también lo que puedes perder.


Hay veces en las que te cuestionas todo. El porqué, el cómo, el quién, el cuándo e incluso también el cuánto. Reflexionas acerca de tu vida como si durase una eternidad, pero ciertamente se puede estropear o acabar en un simple minuto. Por el contrario, puede convertirse en vida en un ingenuo momento.

Mientras me subo al autobús me paro y pienso que las relaciones tienen fecha de caducidad. No todas, o eso quiero creer, aunque a veces mi cabeza se plantea qué ocurriría… porqué, cómo, quién, cuándo y cuánto, de nuevo.

Ten cuidado, porque la vida no se repite nunca.

Y vuelta a empezar.

11 de mayo de 2012

Cansada de abrir la boca y beber el viento.


Trato de agarrarme a unas manos cercanas,
pero todo el mundo camina demasiado rápido.
Cuando una olvida sus metas
también olvida las consecuencias.
Mis manos acabarán por firmar
nuestra propia sentencia de muerte.

Tengo en mi rostro la racha de un viento helado,
y no sé de dónde viene.
Necesito escapar de mil caminos que no son los míos,
necesito estar viva.
Trato de gritar lo que me pasa,
pero quizá no me pasa nada
y además el ruido es demasiado alto.
Sentir dolor
y chillar.
Porque odiar es como dar un sorbo de agua
cuando estás sedienta.
Y amar es como intentar derribar una pared invisible
a cabezazos.
Aun así puede que merezca la pena.

7 de mayo de 2012

¿A qué pertenecemos?

¿Qué estoy haciendo?
Está oscuro y quiero entrar.
El silencio es fuego.
El dolor es un río
donde una alcanza siempre
a bañarse dos veces
en las mismas orillas.


Me quedé encerrada
en el fanal del tiempo
haciendo de columna,
de brazos,
de barrotes.
El viento muere en mi herida.
¿Habrá que morir voluntariamente,
o esperar a pesar de todo?


No quiero comprenderlo,
intento aceptar la respuesta.
No puedo.
Mi camino se abre como una enredadera
debajo de sus alas.
Todo el mundo tiene derecho a eso:
a imaginarse lo imposible.
Aún quedará de ti el recuerdo translúcido,
la sed,
el hambre,
y el amor perfilado de una noche sin nombre.
Pero sé que me amaste,
que me elegiste.
Que quisiste entregarme una parte completa
de lo que ya no eras.
Una nueva forma de amor,
de amar,
de no ser nada.
Pero no he renunciado ni al amor ni a la herida.