28 de abril de 2013


Ultima el mes de abril junto al ciclo constituido
alzado con complicidad, aliento e inmediación.
Desde el origen evocan el funesto final pertinente: nada es eterno
ni siquiera los males o el cuerpo que invadimos,
no obstante las capacidades mentales permiten pretender lo contrario,
incluso al comprender su embuste
bregamos por existir lo máximo en lo suculento.
Para poner fin a las personas siempre es temprano,
me aliento al comprender que la vida es un hostal
y resistimos para morar en los máximos lechos dispuestos.

Me tranquiliza atesorar la preciada confianza,
el amor puro,
el abrazo sin medidas,
el dolor compartido.
Mas me espanta la presencia del compromiso,
ser un ser interrumpido,
sin nombre,
ni aprehensión.


Desde aquí, anteponiendo el evento,
eternamente agradecida.

12 de abril de 2013


Cada uno de nuestros movimientos
nos evita el morir
mientras sentimos el vacío indefinible,
la soledad,
haciendo y diciendo lo que no sentimos,
ni deseamos.
La confusión vuela de un lado a otro
como un camino recto sin torceduras,
como un libro que sugiere una respuesta posible,
sin saber que lo importante es tener
la pregunta adecuada.
Qué difícil escalar interrogantes,
asumir que a veces hay que perder para ganar.
Ahora espero verte aparecer saliendo de la noche,
recordando cómo necesita la piel de la caricia
mientras voceas:
“querer es sufrir y
como vivir es querer
toda vida es dolor”