Busca tu herida, deshazte de ella
cúrala con las lágrimas,
con los papeles del tiempo pasado.
Rómpelos, préndelos,
arde y conviértelo en fuego
y después en ceniza, en escombro.
Ahí tienes el pilar de tu nueva construcción,
lo que quedó de la lucha es lo único que vale.
No importa, despréndete del vestuario y comienza la función.
1 comentario:
¿Subimos juntas el telón?
Ya se han encendido las luces.
:)
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