15 de octubre de 2011

Días

Los días tienen (valga la redundancia) sus días, como las personas. Quiere decirse que hay miércoles que amanecen histéricos y están todo el día como acelerados, ansiosos. Y si tú amaneces histéricx también dentro de uno de esos miércoles, ya puedes dar la jornada por perdida. Irás de un lado a otro sin resolver nada, te pelearás con un hijo, o con una hermana, o con alguien que pase por allí. Siempre te puedes tomar un valium, pero si tú te calmas y el día sigue inquieto, casi peor. Se producirá un desfase entre tú y el mundo, como cuando el botón está abrochado en el ojal que no es o el diente de la cremallera en el hueco que no le corresponde. Estarás tranquilx, pero desencajadx, cuando es preferible estar nerviosx y encajadx.
Si el lunes amanece con ansiedad, el martes se levanta con desazón, el miércoles con zozobra y así de forma sucesiva. Lo único que proporciona un poco de tranquilidad a los días aciagos son las nubes, quizá la lluvia. Un día histérico se calma con un poco de lluvia.

No hay comentarios: