Al fundir
apetito y control
hallo
la huída de sus propuestas.
Mi
cuerpo ya no se conmueve
con aquellos
escalofríos,
pero
aún padece al colocar
el
manjar ante sus ojos.
Me
da la vida
cada
vez que la siento,
resuena
la música
de
sus abrazos desmedidos
y
brilla en mí
la
oscuridad de la luna,
de
forma mágica
e
inusual.
De
cualquier manera
disfruto
jugando con sus versos,
evocando
la satisfacción de una mente a la de un cuerpo.
No
me angustio
porque
siempre asimilé su designio.
4 comentarios:
Qué difícil fundir el apetito y el control!
En estos días estoy en controlar el apetito (parece, pero no es lo mismo) y estoy de mal humor, tengo hambre, quiero comer y comer hasta ser feliz. No sé por qué te cuento esto, es que me acordé que estoy a dieta…ajaja.
Un beso Lunática!
el equilibrio a vece es facil perderlo, nos dejamos llevar por ese apetito, que no siempre nos hace buenas digestiones.
un abrazo
No cabe imaginar un más perfecto homenaje que jugar con sus versos, estoy seguro de eso.
Bisous.
El terreno del poema es propicio a ciertas diversiones... Un abrazo.
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