Me
comporté como un animal:
buscando
abrigo,
reteniendo
el olor,
ahogando
la sed,
encontrando
alimento entre los desechos
y
entonces sentí que me mordían.
He
perdido mi reflejo,
ya
no hay mano que acaricie
el
calor de mi existencia.
Todo
lo convierto en engaño:
solo
el cuerpo sabe la verdad.
Sé
que no vendrá nada más,
no
debo llorar:
he
sido lo que he tenido
perdiéndolo
todo
y
ahora,
¿quién
soy yo?
Se
fue aquel que trastornó mi mundo,
hasta
hundirlo en la muerte
o en
la locura.
Solo
sé que ya no espero.
2 comentarios:
Casualmente yo espero y tú no. Pero no te cierres al amor . Como dice Lorca . Al amor humano, al universal. No esperes a la persona espera al amor. Nunca debemos perder la esperanza. Besos y una caricia
Parece que no hay otra forma de mantenerse más que con cinismo. Un abrazo.
Publicar un comentario