Toda persona tiene una muerte,
su propia muerte,
esperándola.
La perteneciente se mantuvo adherida al color de su
recuerdo,
mientras mordía algo en alguien:
infructífero,
desgarrador,
anhelante
e insaciable.
La exploración me llevó a nada,
a nadie,
huyendo de aquellas que satisfacían mis limitaciones,
a querer más que eso
y a la vez nada.
Ignoro mi pretensión,
pero ya es tarde
para quererme.
2 comentarios:
Determinismo?
Tengo la impresión de conocerte de algo. Soy abominablemente despistado.
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