Me carcome la distancia. Mata, estruja, rompe, viola, quema, folla, dispara, muerde, araña.
Navego en piragua temiendo el golpe de la ola.
Todo
en
esta
vida
es
cuestión
de
tiempo.
Acabaré con todo.
29 de abril de 2012
27 de abril de 2012
Vuel(v)o
Tienes que estar atenta,
que cuando emprenda el vuelo tendremos el
instante,
el fulgor de las alas,
y luego vendrá el vértigo del amor más
brutal.
25 de abril de 2012
Busca tu herida, deshazte de ella
cúrala con las lágrimas,
con los papeles del tiempo pasado.
Rómpelos, préndelos,
arde y conviértelo en fuego
y después en ceniza, en escombro.
Ahí tienes el pilar de tu nueva construcción,
lo que quedó de la lucha es lo único que vale.
No importa, despréndete del vestuario y comienza la función.
21 de abril de 2012
Huyo
de lo establecido con la inconstancia de mis pasos. Sin temor ni temblor.
Saboreo la viveza del contexto.
Regreso
a la tarde de tus miradas,
a la
noche de delicadezas y sonrisas,
a
los despertares del insomnio,
a
las miradas indescriptibles, indecibles, innombrables,
a
los gritos del silencio,
a la
explosión de mi pecho.
Vuelvo.
Vuelvo
al punto del aleteo,
del
mar y la arena,
de
la lluvia encharcada,
de
los abrazos inciertos.
Vuelvo.
Pero
sólo si está escrito en tu palabra.
16 de abril de 2012
Nada tengo de ti,
solamente el silencio de ser lo que me hiere.
Me cubre la sensación amarga de vivir la distancia,
pero poco importa eso ahora.
Me rebujo en tu falda,
mientras esquivo la verja de tus miedos inconcretos.
La sombra de tu cuerpo transita en un camino de ires y venires
entretanto saboreo sueños,
recorro los mapas,
los puntos cardinales,
rincones doloridos de todos mis paisajes
y apareces tú.
Avanzas hacia mí por todos mis recuerdos.
Hay una lluvia clara,
cenicienta y dulzona,
rasgando distancias,
incertidumbres,
certezas.
Hay un mundo imposible,
inabarcable y mágico,
mas hay que saltar el muro.
9 de abril de 2012
Háblame
mientras saboreas mi piel. Las palabras que no se escuchan son las que más se
sienten. Besa cada recoveco que se queda sin aliento y sóplale, para que
respire. Para que te respire. Róbame el sentimiento atrapado en mi pecho. Cada
beso, aliento, minuto que está sin estar. Alégrame los despertares con un
abrazo lleno de insomnio, con una sonrisa dormida, con el roce de tu piel sabor
café. Huye cada vez que te acerques, que me deleita. Me complace que te vayas
bailando entre sonrisas, que cada beso tenga un final, que cada abrazo sea
exiguo. Usurparé las miradas insaciables para retenerlas en el recuerdo.
Memorizaré cada segundo compartido. Alabaré cada incertidumbre.
Danza
en los despertares con la música de las sonrisas, con los abrazos, con el frío,
con lo jamás nombrado, con la indecisión, con las miradas dichas sin decir, con
el miedo, con la huida y la venida, con el todo y la nada al mismo tiempo.
Baila. Baila sin tropiezos y sin límites. Baila hasta que la música se termine
o hasta que cambies de canción.
8 de abril de 2012
Aquí y ahora.
Han
crecido telarañas en la distancia de las horas. Le he puesto nombre a los días
que noto tu ausencia. Susurro en la orilla de la imaginación un “ven” para divisar
si el viento me concede el deseo. Me encierro en las murallas de mi mente y
observo remotamente el humo que se alza cuando yo misma ardo. Busco en el
recuerdo el presente, para ver si vuelve. Las horas y los días entierran la
plenitud alcanzada. El tiempo mata el recuerdo. Resurgí de las cenizas en busca
de la actividad desorientada. Ando sin vacilar con una entereza envidiable. Me
corroe la paciencia de aguardar la ocasión deseada. Bajo mis pies sólo
encuentro escombros, entretanto permanezco sedente en el ladrillo más elevado.
2 de abril de 2012
No tengas miedo.
Resurgí de las cenizas
como un ave fénix.
Renazco con cada sonrisa
que me dedicas
agarrando los momentos creados.
Mi mente sonríe
sin motivo aparente
ante cada tentativa.
Pero huyes besándome,
como siempre.
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