La
vida es una espiral que siempre recorro descalza.
No
encaja y encaja
en
vidas que son espirales
y
encajan y desencajan.
La
vida es esa caja escondida
bajo
la cama
entre
libros desorientados y
sonrisas
empolvadas.
Pero
se presenta un día,
abres
la caja,
descubres
la totalidad,
la
usanza,
el
eterno cuestionamiento;
y
una vez acariciada la cicatriz,
acabado
el juego
vuelves
a la misma caja
y al
primer verso:
la
vida es una espiral que siempre recorro descalza.